Borrador 1
La metodología tradicional de las clases de inglés ha hecho que
los estudiantes pierdan la motivación por el aprendizaje de un segundo idioma,
en la etapa escolar casi que en todos los grados se ve el mismo “verbo to be”
una y otra vez, las mismas conversaciones que se tienen que aprender de memoria
y la misma lista de verbos regulares e irregulares, ha de aclararse que hasta el
momento nada de lo que medio se recuerda en el colegio en las clases de inglés,
ha surgido efecto, siempre se recuerda la clase de inglés con la grabadora vieja
y la repetición del alumnado como “loro mojado” y donde lo mejor que se llegaba
a pronunciar con propiedad era “hello”.
Después de todas estas aburridas clases y cansados de ver al
profesor con una tiza escribiendo sobre la pizarra, la lista de verbos; la
educación ha cambiado su perspectiva acerca de la enseñanza del inglés como
segunda lengua, pues, este idioma ha tomado tanto impulso que se ha dicho que
aprender inglés es tan importante hoy en día como aprender a manejar un
computador.
En ese orden de ideas, ya no es el profesor quien dicta la clase
magistral, la figura del docente se ha venido transformando paulatinamente como
una figura guía, en donde es el estudiante el objeto activo de la clase, quien
toma protagonismo y lo obliga de desarrollar las habilidades lingüísticas, tan
fundamentales en el aprendizaje de un segundo
idioma.
Afortunadamente gracias a la invención del Internet, hoy en día
la tecnología nos brinda millones de opciones interactivas, dinámicas,
divertidas, motivantes que hacen del aprendizaje de esa lengua universal, un
mundo donde se identifican las competencias comunicativas y se desarrollan las
habilidades lingüísticas con mayor seguridad.
Términos como wiki o hipertexto, ya hacen parte del mundo web,
que facilita diariamente el aprendizaje no solo de una segunda lengua sino a
nivel general; relacionarnos con este tipo de conceptos internautas y adoptarlos
con claridad es el primer paso a hacer parte de un mundo que no tiene
limitaciones y es cuestión de cada persona darle un correcto uso, siempre en pro
del bienestar social y propio.
los estudiantes pierdan la motivación por el aprendizaje de un segundo idioma,
en la etapa escolar casi que en todos los grados se ve el mismo “verbo to be”
una y otra vez, las mismas conversaciones que se tienen que aprender de memoria
y la misma lista de verbos regulares e irregulares, ha de aclararse que hasta el
momento nada de lo que medio se recuerda en el colegio en las clases de inglés,
ha surgido efecto, siempre se recuerda la clase de inglés con la grabadora vieja
y la repetición del alumnado como “loro mojado” y donde lo mejor que se llegaba
a pronunciar con propiedad era “hello”.
Después de todas estas aburridas clases y cansados de ver al
profesor con una tiza escribiendo sobre la pizarra, la lista de verbos; la
educación ha cambiado su perspectiva acerca de la enseñanza del inglés como
segunda lengua, pues, este idioma ha tomado tanto impulso que se ha dicho que
aprender inglés es tan importante hoy en día como aprender a manejar un
computador.
En ese orden de ideas, ya no es el profesor quien dicta la clase
magistral, la figura del docente se ha venido transformando paulatinamente como
una figura guía, en donde es el estudiante el objeto activo de la clase, quien
toma protagonismo y lo obliga de desarrollar las habilidades lingüísticas, tan
fundamentales en el aprendizaje de un segundo
idioma.
Afortunadamente gracias a la invención del Internet, hoy en día
la tecnología nos brinda millones de opciones interactivas, dinámicas,
divertidas, motivantes que hacen del aprendizaje de esa lengua universal, un
mundo donde se identifican las competencias comunicativas y se desarrollan las
habilidades lingüísticas con mayor seguridad.
Términos como wiki o hipertexto, ya hacen parte del mundo web,
que facilita diariamente el aprendizaje no solo de una segunda lengua sino a
nivel general; relacionarnos con este tipo de conceptos internautas y adoptarlos
con claridad es el primer paso a hacer parte de un mundo que no tiene
limitaciones y es cuestión de cada persona darle un correcto uso, siempre en pro
del bienestar social y propio.